lunes, 24 de enero de 2011

DONDE HABITE EL OLVIDO.

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.


 UN PEQUEÑO COMENTARIO:
En el poema emplea un lenguaje sencillo, que nos permite conocer su lado más profundo. Su poesía consigue, gracias a la elegancia de sus palabras, llegar a la intimidad de los lectores y que disfruten con ella.
Según los entendidos en  poesía , su producción está asentada sobre una filosofía poética que enaltece la belleza de la realidad vital e intimista , al mismo tiempo que reflexiona sobre ella y la critica.


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