No es el amor quien muere,
somos nosotros mismos.
Inocencia primera
abolida en deseo,
5-olvido de sí mismo en otro olvido,
ramas entrelazadas,
¿por qué vivir si desaparecéis un día?
Sólo vive quien mira
siempre ante sí los ojos de su aurora,
10-sólo vive quien besa
aquel cuerpo de ángel que el amor levantara.
Fantasmas de la pena,
a lo lejos, los otros,
los que ese amor perdieron,
15-omo un recuerdo en sueños,
recorriendo las tumbas
otro vacío estrechan.
Por allá van y gimen,
muertos en pie, vidas tras de la piedra,
20-golpeando impotencia,
arañando la sombra
con inútil ternura.
No, no es el amor quien muere.
UN PEQUEÑO COMENTARIO:
El tema expresado a través del poema es la idea de que el hombre sin amor no vive verdaderamente.
Dice, en primer lugar, que el amor no muere, que somos nosotros los que morimos. Por un lado expresa que aunque para nosotros el amor haya acabado, haya muerto, sigue existiendo en los demás; sigue habiendo amor. Resalta que cuando nuestro amor no es correspondido o se ha roto, no es un amor feliz aunque no por ello dejamos de sentir, pero que no podemos disfrutarlo plenamente, por lo que faltándonos, morimos.
Para él solamente viven los que aman y son amados.
Dice, en primer lugar, que el amor no muere, que somos nosotros los que morimos. Por un lado expresa que aunque para nosotros el amor haya acabado, haya muerto, sigue existiendo en los demás; sigue habiendo amor. Resalta que cuando nuestro amor no es correspondido o se ha roto, no es un amor feliz aunque no por ello dejamos de sentir, pero que no podemos disfrutarlo plenamente, por lo que faltándonos, morimos.
Para él solamente viven los que aman y son amados.